Fundación Las Cruzes nació del sueño de su socia fundadora, quien desde siempre sintió un profundo compromiso con la infancia en situación de vulnerabilidad. Inspirada por los valores cristianos inculcados por su padre, aprendió que ayudar a los demás no debía tener límites ni condiciones, sino ser un acto genuino de amor y solidaridad.

Con esta convicción, buscó apoyo en otros socios que compartían su visión y, juntos, dieron vida a la fundación. Su propósito era claro: crear un espacio seguro y afectivo donde niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo pudieran encontrar apoyo, contención emocional y oportunidades para un futuro mejor.

Desde entonces, Fundación Las Cruzes ha trabajado incansablemente para mejorar la calidad de vida de quienes más lo necesitan. A través de programas de acompañamiento psicosocial, apoyo educativo y espacios recreativos, la fundación promueve el bienestar integral de la infancia.

Además, gestiona y entrega donaciones, buscando constantemente recursos para brindar ayuda a quienes más lo requieren. Gracias al esfuerzo constante de su equipo y al apoyo de la comunidad, la fundación sigue creciendo y extendiendo su impacto, con la misión de sembrar vida y esperanza en cada niño, niña y adolescente que llega a sus puertas.